Mil quinientos veintiuno,
y en Abril para más señas,
en Villalar ajustician
a quienes justicia pidieran,
en Villalar ajustician
a quienes justicia pidieran.
Malditos todos aquellos
que firmaron la sentencia,
malditos todos aquellos
los que ajusticiar quisieran
al que luchó por el pueblo
y perdió tan justa guerra.
Desde entonces ya Castilla
no se ha vuelto a levantar,
en manos de rey bastardo
o de regente falaz,
siempre añorando una Junta
o esperando un capitán. (2)
Quién sabe si las cigüeñas
han de volver por San Blas,
si las heladas de Marzo
los brotes se han de llevar,
si las llamas comuneras
otra vez crepitarán.
Cuanto más vieja la yesca
más fácil se prenderá,
cuanto más vieja la yesca
y más duro el pedernal,
si los pinares ardieron
aún nos queda el encinar.
Luis López Álvarez.
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Título original: ¡Ay, Carmela! Año: 1989 Duración: 102 Género: Comedia-Drama Reparto: Andrés Pajares, Antonio Fuentes, Carmen Maura, Chema Mazo, Edward Zentara, Felipe Vélez, Gabino Diego, Mario de Candia, Mario Martín, Maurizio De Razza, Miguel Rellán, Pepe (José) Sancho, Silvia Casanova, Dirección: Carlos Saura Atarés, Productor: Andrés Vicente Gómez, Guión: Carlos Saura Atarés, Rafael Azcona, Música: Alejandro Massó, Fotografía: José Luis Alcaine, Montaje: Pablo González del Amo, Dirección artística: Rafael Palmero, Nacionalidad: España-Italia Fecha de Estreno: 16-03-1990 Clasificacion: TODOS LOS PUBLICO |
Esta genial visión de Carlos Saura y del recientemente fallecido, gran guionista de la sociedad española de los últimos años, ganador de un oscar Rafael Azcona,(Belle Epoque, La Vaquilla, El Verdugo, Placido, ctr….) sobre la Guerra Civil española sigue las andanzas de dos actores itinerantes y un joven sordomudo al que acogen. Cuando caen en manos de las tropas nacionalistas de Franco, se ven obligados a entretener a sus eternos enemigos, pero al final no pueden esconder sus verdaderos sentimientos acerca de la brutalidad que les rodea.
"La alondra nació antes que todos los seres y que la misma tierra. Su padre murió de enfermedad cuando la tierra aún no existía. Permaneció cinco días insepulto, hasta que la alondra, ingeniosa por la fuerza de la necesidad, enterró a su padre en su cabeza."
Aristófanes, LAS AVES
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
¡esas… no volverán!.
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
¡esas… no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…; desengáñate,
¡así… no te querrán!
Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870)